Siempre he admirado mucho al magisterio.
El maestro es la persona que le caracteriza el amor, la paciencia y la constancia (aunque toda profesión la lleva) en el maestro resulta imprescendible estas cualidades.
Margarita fue maestra de mi hijo y aún se mantiene frente a un aula, lleva casi 40 años ejerciendo esta profesión y su mayor regalo es ver a sus alumnos, ya más grandes que ella en tamaño y decirle maestra usted no se acuerda de mí y ella con un poco de trabajo, pero increiblemente los recuerda sobre todo los más majaderos , los que más trabajo le dieron para enseñarlos, pero ahi esta su obra: deportista médicos , técnicos en diferentes ramas de la economía o de los servicios , todos recuerdan con amor a la maestra Margarita quién ahora tiene en su aula a los hijos de sus alumnos y a dos jóvenes que estudian magisterio a los que no les falta la enseñaza oportuna y el consejo preciso para que amen esta profesión y que por nada en el mundo la abandonen.
Sé que hay muchas maestras como como Margarita que solo con su nombre perfuman y refleja todo el encanto y la delicadeza de su labor.
Ella fue solo un ejemplo que quiese tomar para enaltecer la labor del maestro, sobre todo para los que comienzan ahora o cursan estudios pedagógicos , deben tener en cuenta el legado de maestras como Margarita y el de muchos otros educadores que prestigian el magisterio cubano.
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