Y es la
familia soporte sentimental y material para vivir un siglo, el privilegio lo
tiene Juana María Bayate Hernández, una
residente en Colón la cual contagia con su optimismo y alegría.
Una numerosa
familia la acompaña, 9 hijos, 25 nietos, 34 bisnietos y 15 tataranietos
los cuenta sin equivocaciones.
Del trabajo en el campo habla en sus años mozos cuando….”cargaba caña, arriaba bueyes
sin tener miedo aunque había algunos animales “duros de pelar”; pero lo tenía
que hacer para ayudar a la familia, pero los tiempos después de 1959, cambiaron
para criar bien y en buena hora a sus hijos…..”
A veces la
sonrisa ensombrece los ojos, entonces
brotan recuerdos en décimas a la querida madre,…”
aquella que la llevó a largas jornadas en el cementerio para estar cerca de
su tumba y era el sepulturero quien la
sacaba del lugar para cerrar el campo santo….”
Asombra la memoria para rememorar una carta de amor, su único amor, Julio Pérez,…”me elogiaba como una flor…” sentencia.
El afecto y el cariño familiar sostienen a Juana María, 100 años es
una edad respetable, pero para ella, es
convicción y dice….”
mejor me echo a perder…”
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