Para el campo no hay sombrillas.

 

 Muchas esperanzas para mejorar en cantidad y calidad lo  que cada familia pone a diario en la  mesa  estaba en la campaña de siembra de frio, pero la agricultura no transita por buen camino,  muestra fehaciente y real,   los  precios excesivos y sin control  en la mayoría de los  productos y  no por la vía de comercialización estatal.

   Para colmo llegan las lluvias  de la tormenta tropical “Eta” y complejiza la situación en la   producción agrícola, según Jesús Carlos Díaz, delegado municipal  de la agricultura en el territorio….” desde el 2 de septiembre con algún que otro intervalo llueve en Colón acrecentando por la humedad acumulada en las plantaciones  sobre todo las   de suelos negros e inundaciones en sembradíos de arroz, semilleros de tomate, afectaciones en la yuca, plátano, calabaza  y el boniato en lo principal.

    Afectación también tiene el  acopio y entrega de leche, necesario de un esfuerzo y un compromiso extra por los campesinos,  pues el país ante la crisis actual por la pandemia y el duro bloqueo  de la administración  norteamericana, se encarece la compra de leche en polvo para sustituir la leche fluida y desde cada unidad productora  debe procurarse  la cifra contratada, aunque plantea  el directivo de la agricultura, el cumplimiento en  los niveles de entrega a la industria láctea según el plan previsto en el año.

Restablecidas las condiciones del tiempo -sin afectaciones significativas-  ahora corresponde  sembrar y cultivar todo lo que se pueda y en este propósito se suma el programa de la agricultura- urbana, sub urbana y familiar en reciente visita al territorio e indicaciones precisas sobre la producción de hortalizas y el aumento de  patios y parcelas productivas.

 La población  avizora   con  optimismo una mejor situación en mercados y placitas por sus precios asequibles  y Colón puede   retomar la posición de baluarte como referente en el  país del programa del autoabastecimiento municipal.