Se llama Buenaventura Juara Silveira sufre de una lección por la amputación de algunos de los dedos en uno de sus pies como consecuencia de la diabetis.Hubiera estado de reposo, sentado en su hogar con la posibilidad sobrarle tiempo para acariciar recuerdos de los años mozos, en que dirigía escuelas en el campo en el municipio de Jaguey Grande y obtuvo la condición de vanguardia nacional, o recordar su pasión por el fútbol como atleta que integró las categorías sobresalientes en su época , pero no es hombre de echarse a un lado y ver la vida pasar .
El tratamiento con el heperbrot le sumó valor a la esperanza y echó andar quizás no con la misma rapidez; pero si con una verdadera confianza y como maestro , el buen maestro nunca deja de serlo buscó y buscó hasta que encontró una meta , un camino , un fin y lleva meses en el proyecto Educación Emocional.
Lo tiene tan emocionado como el nombre pues con 120 jóvenes y 22 niños logra en el reparto "Conrado Benítez " traves de la práctica del fúlbol inculcar valores como el respeto , buenas normas de comportamiento, colectividad y solidaridad de forma sistemática , los resultados ya son palpables, de otros barrios llegan con el mismo interés y forman 8 equipos que compiten entre sí por el título del barrio.
Les presenté a Buenaventura Juara Silveira, un hombre que mantiene en pie la vocación del magisterio en bien de su comunidad.
