Un programa de becas donde se les viró la tortilla.
La
primera reacción que tuvo cuando le
plantee si sabía sobre el otorgamiento de cursos de verano para jóvenes entre
14 y 18 años en los Estados Unidos,
solo preguntó y quién lo paga ellos,
entonces que me manden para allá.
No me alarmé solamente me dediqué a explicar en qué consistía la oferta
engredada desde el pasado año y que pretende formar lideres para promover los
cambios en la isla ansiados desde hace más de 50 años.
Con detalles argumenté el doble rasero de los
cursos caracterizados como apolíticos, pero sin autorización del gobierno
cubano, ni de las instituciones, con la
mera intención
de superación y por detrás como
suelen hacerlo, el objetivo es que comprendan las supuestas ventajas de la
implantación del capitalismo.
Le propuse ver la Mesa Redonda, donde comparecerían líderes estudiantiles y periodistas,
junto a uno de los jóvenes, Alejandro Sánchez Fernández, con experiencia,
en el curso de verano en los Estados Unidos, ahora en el servicio militar
activo y al concluir, su incorporación a
formarse como pedagogo en Historia.
Nada más importante que la experiencia
vivida, para narrar cómo se sintieron manipulados, desde que fueron sacados de Cuba
en pequeños grupos para no levantar
sospechas y trasladados a Panamá
al ocultar que apareciera la mano del
gobierno norteamericano, los temas de grupos incluidos en las conferencias
suscitadas para lavar mentes y la convivencia con familias norteamericanas preparadas para sutilmente mostrar las vetas de una sociedad consumista, que
según comprobó todo lo que sabían de Cuba era tergiversado y ante sus intercambios
la familia norteamericana mostró interés de viajar para conocer la isla.
Los actos que se realizan por esos días en que la Federación de
Estudiantes de la Enseñanza Media y la Universitaria rechazan y condenan las “becas de liderazgo”, promovidas para jóvenes cubanos como
Alejandro y más cerca otras dos matanceras una de la escuela Formadora de Maestros de Matanzas
y otra de un pre de la ciudad yumurina
que formaron la treintena de jóvenes
participantes en el programa Word Lenit , tiene varias lecturas, primero para nosotros los de
mayor experiencia: no podemos darnos el
lujo de descuidar y propiciar la
información constante y la aclaración de ideas en la juventud , no por gusto en
la retórica de Obama en su visita a Cuba,
insistía tanto en la atención a este sector de la sociedad.
La información debe ser eficaz atractiva, sin
teques como llaman ellos y con ejemplos como los mostrados o los que tanto
existen en la vida y la historia de los cubanos, las vías para hacerlo están
estipuladas por el sistema de Educación.
Punto y aparte,….. como estos jóvenes y otros
comprendieron las dobles intenciones del programa demostradas en las
entrevistas presentadas por la televisión y la prensa, cabe la tranquilidad
que nuestros jóvenes, no son tan ingenuos como piensan
los promotores de la subversión ,
los que fueron al curso y los de aquí
tiene participación y a través de sus organizaciones repudian todo
intento de manipularlos, sin dejarse engañar aunque se promuevan intercambios
con estudiantes del país norteño o se respeten la institucionalidad para
verdaderos cursos de superación.
Un NO, así No,
rotundo fue el que recibí del joven con aspiraciones
de involucrarse en esta jugarreta, porque comprendió con
argumentos, convicciones, conoce parte de las trampas del imperialismo, de
sus padres y abuelos, sabe de buena
tinta el ensañamiento como único blanco para
borrarnos del mapa, que con una juventud
como esta que les vira la tortilla, será
difícil “Compay”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario