jueves, 13 de diciembre de 2012

“Un héroe del silencio”.



              
 Rinden tributo en Colón al mártir  Gilberto Espiñeira Cabrera en el Aniversario 55 de su asesinato.
    Hay hombres  que con su obra enrumbaron el camino para el triunfo revolucionario en Cuba.
    En Colón- 180 kilómetros al este de La Habana- muchos son los mártires que ofrendaron su vida, siendo aún muy jóvenes.
   Uno de ellos fue Gilberto Espiñeira Cabrera quién el 13 de diciembre de 1957, fue encontrado asesinado en la zona  de Deseada.
¿Por qué la tiranía de Fulgencio Batista asesino a Gilberto Espiñeira?
  Aunque vivía en Colón, había nacido en el municipio de Perico y  residido también en Jovellanos y Coliseo .En su tierra natal cursó  la enseñanza primaria. Después se trasladó con su familia-el padre de oficio panadero y la madre  ama de casa- a residir en  Colón.
    Sin concluir estudios en  la enseñanza media superior y para  ayudar a la  familia comienza a trabajar en el mismo oficio que su padre y después en la construcción de la fábrica de conservas “Planta Libertad” , donde fue operario, su último actividad la desarrollo  como  chofer de alquiler.
   Desde el momento que empezó a laborar   su vida revolucionaria se hizo más intensa. Ingresó al movimiento 26 de julio en febrero de 1957.Posteriormente  la dirección del movimiento lo   designa Jefe de Acción y Sabotaje en la provincia de Matanzas.
  Acciones como transportar armas en el auto que conducía, esparcir puntillas en las carreteras de San José de los  Ramos y Perico, tiroteo de camiones en el elevado de Tinguaro, corte de servicio eléctrico y el apoyo al desembarco del yate Granma, entre otras muchas actividades, pusieron en peligro su vida, pero tenía  la firme convicción que si lo apresaban harían picadillo con su cuerpo, antes de que delatar  a sus compañeros de lucha.
  El 6 de diciembre la policía batistiana detiene a Gilberto en el poblado de Ceiba Mocha cuando se dirigía a La Habana a cumplir una misión- se considera que fue producto de una delación- es conducido al cuartel de Jovellanos y posteriormente a Perico, torturado y masacrado cruelmente.
 Así fue hallado en un callejón de Deseada que conducía a  la finca Flor de Cuba, con el rostro desfigurado, solo tenia 33 años y le segaron la  vida.
  Su cadáver, custodiado por la policía, fue  entregado a su familia quien le dio sepultura en el cementerio de la localidad.
   Hoy en el mismo lugar que fue encontrado se erige un monumento a su memoria. Pioneros, jóvenes de la Enseñanza Media, integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y las organizaciones de masas, rinden homenaje como es tradicional al  mártir que luchó por la libertad de su patria hasta perder la vida teniendo como convicción la lealtad a sus compañeros y  fe en la victoria.  

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