martes, 11 de octubre de 2016

Un programa de becas donde se les viró la tortilla.



Un programa de becas donde se les viró la tortilla.
  La primera reacción que tuvo  cuando le plantee si sabía sobre el otorgamiento de cursos de verano para jóvenes entre 14 y 18 años en los  Estados  Unidos,  solo preguntó y quién  lo paga ellos, entonces que me manden para allá.
No me alarmé  solamente me dediqué  a explicar en qué consistía la oferta engredada desde el pasado año y que pretende formar lideres para promover los cambios en la isla ansiados desde hace más de 50 años.
  Con detalles argumenté el doble rasero de los cursos caracterizados como apolíticos, pero sin autorización del gobierno cubano, ni de las instituciones,  con la mera   intención  de superación y por detrás  como suelen hacerlo, el objetivo es que comprendan las supuestas ventajas de la implantación del capitalismo.
 Le propuse ver la Mesa Redonda,  donde comparecerían líderes estudiantiles y periodistas, junto a  uno de los jóvenes,  Alejandro Sánchez Fernández, con experiencia, en el curso de verano en los Estados Unidos, ahora en el servicio militar activo y al concluir,  su incorporación a   formarse  como pedagogo en  Historia.
 Nada más importante que la experiencia vivida,   para narrar cómo  se sintieron  manipulados, desde que fueron sacados de Cuba en pequeños grupos para no levantar  sospechas y trasladados a  Panamá al ocultar que   apareciera la mano del gobierno norteamericano, los temas de grupos incluidos en las conferencias suscitadas para lavar mentes y la convivencia con familias  norteamericanas preparadas para sutilmente mostrar  las vetas de una sociedad consumista, que según comprobó todo lo que sabían de Cuba era tergiversado y ante sus intercambios la familia  norteamericana  mostró  interés de viajar para conocer la isla.
 Los actos  que se realizan  por esos días en que la Federación de Estudiantes  de la Enseñanza Media  y la Universitaria  rechazan y condenan las “becas  de liderazgo”, promovidas para jóvenes  cubanos como    Alejandro y  más cerca otras dos matanceras  una de la escuela Formadora de Maestros de Matanzas y otra de un pre de la ciudad yumurina  que formaron la  treintena de jóvenes participantes en el  programa Word Lenit , tiene  varias lecturas,  primero para nosotros  los  de mayor experiencia:  no podemos darnos el lujo de descuidar y propiciar  la información constante y la aclaración de ideas en la juventud , no por gusto en la retórica de Obama en su visita a Cuba,  insistía tanto en la atención a este sector de la sociedad.
  La información debe ser eficaz atractiva, sin teques como llaman ellos y con ejemplos como los mostrados o los que tanto existen en la vida y la historia de los cubanos, las vías para hacerlo están estipuladas por el sistema de Educación.
  Punto y aparte,….. como estos jóvenes y otros comprendieron las dobles intenciones del programa demostradas en las entrevistas presentadas por la televisión y la prensa, cabe la tranquilidad que  nuestros jóvenes,  no son tan ingenuos como  piensan  los promotores de la  subversión , los que fueron al curso y los de aquí  tiene participación y a través de sus organizaciones repudian todo intento de manipularlos, sin dejarse engañar aunque se promuevan intercambios con estudiantes del país norteño o se respeten la institucionalidad para verdaderos cursos de superación.
Un NO,  así  No,  rotundo fue el que recibí del joven con aspiraciones   de involucrarse en  esta jugarreta, porque comprendió con argumentos, convicciones, conoce parte de las trampas del imperialismo, de sus  padres y abuelos, sabe de buena tinta   el ensañamiento como único blanco para borrarnos del mapa, que con una  juventud como esta  que les vira la tortilla, será difícil “Compay”.



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